¡Hola a todos!
Un lugar curioso para comenzar la historia de este diario: el tren de Debrecen a Budapest. Nos encontramos sentados en nuestros asientos camino de Budapest, algo más cómodos que en el estrechísimo avión de Ryanair que nos trajo de España a Hungría. Tras un largo viaje en la jornada de ayer, es realmente hoy cuando sentimos que estamos en nuestro destino. Fueron casi 3 horas de viaje en avión (sin contar las ya conocidas esperas en los aeropuertos previas a las salidas de los vuelos), más otras tres horas en el transfer que nos condujo de Budapest a Debrecen, la ciudad anfitriona de este “meeting”. Afortunadamente coincidimos en este transfer (una Renault traffic de nueve plazas por concretar un poco más) con un chico que hablaba un perfecto inglés. Perfecto para nosotros, ya que vocalizaba de maravilla y hablaba muy “slowly”. Así que gracias a él pudimos comunicarnos con el conductor y empaparnos un poco de la cultura de este país. Las caras de las familias de acogida no sabría describirlas muy bien, ya que a las dos y media de la mañana, en una fría y gris calle de Debrecen, nos esperaban con una mezcla de alegría, cansancio, dudas y desesperación. Pero afortunadamente todo salió bien. Nuestros alumnos se encuentran perfectamente alojados con sus “nuevas familias” y ya han comenzado a vivir esta experiencia tan enriquecedora. Ojalá un servidor hubiera vivido esto mismo en sus años de estudiante… Por lo demás poco más que contar de momento. Nuestros alumnos disfrutarán del fin de semana libre para adaptarse a las costumbres y hábitos de la vida en Hungría, y nosotros aprovecharemos para visitar la ciudad de Budapest.Best Regards!
Juan Ramón y Ana
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